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  • Moncho Knight

Y el bigote sigue a las 10 con 10


Hablar de Salvador Dalí siempre nos lleva al excentricismo propio de su vida surrealista. Como ícono de este movimiento simbolista era característica propia de él, ser la bandera visible de su ideología. Al parecer esa visión magnánima trascendió la muerte y el pintor continuó haciendo de las suyas después de dejar este mundo.


El pasado 21 de julio se exhumaron los restos del pintor Dalí luego de tres largas horas, esto, a petición de quien dice ser su única hija y heredera, Pilar Abel de 61 años, que, en el caso sea reconocida como tal tendría derecho según su abogado a “las dos terceras partes” de la herencia.



Dalí fue enterrado en 1989 después de un detallado método de embalsamamiento (muy propio de su carácter minucioso e irreverente) en el cual, su pintoresco atuendo y su bigote, debían estar a la altura de los acontecimientos y quedar para la posteridad como la figura rimbombante que fue.


Tal fue la enajenación de los presentes cuando al retirar el pañuelo que cubría su rostro -Olé- se hallaba el bigote surrealista dando la hora (como él lo pidió hace 28 años).

Recordemos que Dalí pidió antes de morir que su bigote fuera colocado en una posición similar a las manecillas del reloj dando las 10 con 10. Se salió con la suya nuevamente. No había rastros del paso del tiempo y quizás un brillo maravilloso cubrió el Teatro Museo que lleva su nombre.


Por ahora nos sigue asombrando el curioso hecho, no alejado de su realidad surrealista, en el que su bigote, fetiche y símbolo personal reina aun después de la muerte y continúa dando de qué hablar a pesar del paso de los años.


No dejas de sorprendernos, Salvador.


[Lo último]: Ya salieron los resultados de las pruebas de ADN a la luz, Pilar no está dispuesta a aceptar la noticia, conócela aquí:

Por: Moncho Knight


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