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  • Alejandra Ramírez

El Marqués de Sade, Childish Gambino y la importancia del contraste

Existen cosas que hacen increíbles a los seres humanos y una de esas cosas es la creatividad.


Hace unos meses "This is America" de Donald Glover, conocido musicalmente como Childish Gambino, se ganó el título al mejor video musical de este año. Y aunque la crítica expuesta en la letra de la canción no resulta particularmente novedosa, pues trata sobre el ya conocido panorama de la comunidad negra en Estados Unidos, no fue esta la razón por la que la canción se hizo viral.



Dejando a un lado la letra ̶ sin ignorarla por completo ̶ el video musical está magistralmente bien ejecutado y no, no es porque sea un musical de Broadway al que se le ha inyectado millones de dólares, sino porque, a diferencia de los demás artistas que usan los videos musicales como un recurso secundario, Donald hace completamente lo contrario, mezcla escenas violentas con un sonido robusto de trap y a las escenas más suaves las acompaña el ritmo del gospel con letras banales como “We like to party. Party just for you”. Las voces suaves se exhiben en un momento y los bailes más fuertes en otro, este cuidadoso detalle que hace que la crítica seduzca primero a nuestros ojos y luego a nuestra mente.


Nos es más fácil distinguir algo sucio cuando está rodeado de pulcritud. En esta realidad a blanco y negro, sin escalas de grises es bien conocida por un poeta y filósofo francés que pasó gran parte de su vida en manicomios y cárceles: el Marqués de Sade.


Y es que si bien existen quienes no han tenido la valentía de leer al Marques gracias a todos los mitos y atrocidades que giran entorno a su persona, y con razón, pues con tan extraordinaria vehemencia describe escenarios mórbidos con retorcidas metáforas que nos hace cuestionarnos el contenido de los pensamientos del Marqués, una vez que se destapa cada una de las capas de maldad y perversión de la literatura sadiana nos encontramos en el núcleo con críticas ferozmente lanzadas a la doble moralidad de la Francia post y pre revolucionaria; aquellos a quienes frente a todas las almas observándolos se disfrazaban con rígidos preceptos morales que desprestigiaban al sexo y a todo acto cuyo fin sea el placer y que enmascara la cara más depravada y frívola de los mismos.




El recurso literario del Donatien Alphonse François de Sade resulta ser similar al usado en el video This Is America; el Marqués de Sade es un extremista moral, para él no hay escala de grises, la vida se compone de blanco y negro, bueno y malo, se es o no se es jamás.


Es este mismo recurso que hace que leerlo resulte tan incómodo aún en nuestros días, con la moral evolucionada, la pornografía en línea y los libros de E. L. James. Es decir, no es que para la gran mayoría de nosotros nos resulte ajena la atrocidad humana pero aún con toda la violencia que nos tiene anestesiados día con día, el Marqués nos sigue causando esa misma impresión que condujo a Napoleón a quemar el libro "Justine" o "Los Infortunios de la virtud".


Mientras más extremista sea la idea de moral del autor más nos es fácil distinguir su idea de bien y de mal. La exageración de los personajes tan blandos en un panorama tan perverso o el contraste de música directamente ligada a la iglesia con escenas violentas posteriores hace que se ponga a prueba la susceptibilidad del interlocutor y pone en tela de juicio la verdadera moral que se esconde detrás de nuestras ideas de libertad: ¿somos capaces de seguir leyendo el libro aun cuando sabemos que lo expuesto es incorrecto y podemos ver el video cinco veces seguidas aun sabiendo que es una crítica a la realidad en la que todos figuramos e incluso tener el estómago suficiente para decir “He visto cosas peores”?


La naturaleza artística, en el caso de Donald y la filosófica en el Marqués hace que sean atemporales; a pesar de que están inspirados en nuestra realidad, es la ambigüedad moral que impide que se alcance a la perfección las realidades distópicas que presentan. Aunque se critica al espíritu de la época, no es en realidad cómo el ser humano se comporta realmente.


Goethe, en Fausto, expuso:


Lo que llamas el espíritu de los tiempos es, en el fondo, el espíritu de las gentes en quienes los tiempos se reflejan.

Con frecuencia no es más que una miseria.


Tanto Donald Glover como el Marqués Sade logran la reflexión a través de la invitación a participar activamente en las ideas que tratan de comunicar: dejamos de ser meros espectadores y nos convertimos en críticos o en los criticados y sentimos culpa por pertenecer a una raza cuyas acciones son atroces y perversas.


Dentro de su idea de mundo, la maldad es como un agujero negro que atrae hacia sí mismo la bondad de la humanidad; la virtud se cuestiona y son los vicios que son altamente recompensados o santificados.


La importancia de ver la vida como un camino con dos únicos sentidos recae en la fácil digestión del mensaje a comunicar; y aunque descrito de esta forma parece ser un insulto a la inteligencia de la audiencia, recordemos que lo más sencillo resulta, curiosamente, lo más duro de analizar.


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